Las otras crónicas

Consulta el índice de todas las crónicas por autor

Friday, January 28, 2005

Miradas

Fernando Bravo

Viernes. Fin de quincena. Llegamos al lugar pasadas las 2 de la mañana.
Luce atestado. Las mesas para enanos y tan juntas están casi todas ocupadas y aquello asemeja a un concierto en Ciudad Universitaria en unas islas de 6x8 metros.
La nostalagia pura se extiende en el tapizado (Manhattan de los años 60), en el personal (greñas hippies en calvas vetustas), en la música (Boston, Creedence, Kansas, Cream) y en los turistas de siempre, de antes y de hoy (yo), tan en busca de ver, antes que disfrutar, y atrapar la nueva experiencia en una imagen fotográfica que al otro día se presumirá a los amigos de la oficina.
-Tiene mucho que no vengo -dice nuestro anfitrión.
-Ya -digo, y me instalo en mi asiento, mientras una pelirroja de ojos grises me observa y sonríe.
Apocado, sonrío también.
La chica, de acento sudamericano, charla con una amiga.
Es uruguaya, pienso, mientras poco a poco voy sintiéndome un Don Juan.
Durante media hora, cada vez que volteo ella me mira. Sonrío y ella sonríe.
A punto de animarme a sacarla a bailar, su acompañante se acerca y me dice al oído:
-No sigas. Mi amiga padece astigmatismo y miopía. Perdió sus lentes, por eso debe enfocar con insistencia la mirada para distinguir lo que ve.
-Ya -digo, y me paro a invitarla.
-¿Cómo te llamas? ¿Bailamos?
-¡Qué te importa! ¡No!
-Ya -digo y me siento, para después sentarme.
Con un humor de los mil diablos y el orgullo herido, me despido de mis amigos y salgo a la calle. Y ellos tras de mí.
-Vámonos, pues -dicen a mi espalda, sin mencionar el incidente.
Y en la esquina, muy al estilo eduardocasariano, saco una taza imaginaria y la dejo caer para que se rompa. Y acto seguido, cada quien toma camino a su respectiva casa.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home


 

Click Here