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Monday, May 02, 2005

No lo vuelvo a hacer

OBED COLLADO

Sería demasiado pensar que Dios me salvó la vida.
Simple y sencillamente la torpeza del tío Lalo al dar esa estúpida vuelta en "u" no fue suficiente para matarme, o matarnos.
Pero mis sermones para el borracho no sirven. Igual andaba yo, de todas maneras. Acabé con la rodilla raspada, pero sigo vivo.
No le doy las gracias a nadie, porque no creo que exista nadie a quien deba darle las gracias, pero sí le dije sus cosas al tío.
Luego de ingeniárselas con el "gato", logró "sacar" un golpe que impedía que el maldito auto caminara bien porque la lámina pegaba con la llanta.
Y qué decir del policía que vio al Fairmont subirse a la banqueta y estrellarse contra la súper maceta.
Ahhh! De milagro (si acaso existen) el compadre del Oaxaco logró echar la reversa y perder al motociclista, que curiosamente andaba a pie.
No prometo dejar la chela, ni el ron, ni el güisqui con soda. Lo que prometo es no volver a subirme al auto conducido por un demonio que ha perdido los reflejos.
Nada aprendió cuando fue "héroe". Nada aprendió cuando causó la carambola en Tlalpan.
Y nada he aprendido yo, que soy más joven, pero igual me doy mis "cubetazos".
Sobrevivirse a uno mismo es lo más patético. Dibujar el destino de manera tan tonta. Pero me voy a atrever a encontrar al culpable:
La Soledad.
El Oax, El tío, El Profe, y otros que comienzan el "nombre" con artículo han sido sus víctimas. Parece que nació con ellos y que jamás los dejará.
Yo no vi pasar toda mi vida en un instante inferior a un segundo.
Vi pasar al policía, que iba por "mordida" y no por ver si podía hacer algo por alguien.
Vi a la gente que volteaba a ver el Fairmont por el espantoso ruido de la lámina pegada a la llanta.
Vi pasar a muchos policías que no sospecharon al ver el lado derecho frontal destrozado. La defensa partida. El faro cambiado de posición, pero intacto.
Y la puerta derecha. Que ya no abría por culpa del golpe.
Pero el Tío Lalo no entiende. Se cree el súper corredor cuando está ebrio. Y estar ebrio es lo de menos, que para mí es como estar sobrio.
Al Tío Lalo le daré mi bendición y le pagaré otros tragos.
Pero para el regreso, prefiero darle sus 50 pesos al "Bigos", antes que treparme de nuevo en esa nave del olvido, que va hacia ninguna parte, pero te reencuentra con la soledad que creíste que escapó en botellas de cerveza vacías.
Buen viaje, Tío Lalo. No vuelvo a ser testigo de tus aires de Dios al volante.

3 Comments:

  • hasta,da pena ajena,qué todavía.no comprendas tantas cosas,ente ellas,qué Dios,sí existe!qué no estás sólo! y sobre todo...qué el chupe,no combina con el volante! saluuuú2 ,sigan tomandoooo!R.G por si hay alguna duda,pregunta a Dios,si tengo razón,ó no!

    By Anonymous Anonymous, at 4:40 PM  

  • por cierto está mal el horario de comentario:son las 7:40 p.m.
    Póngase al día! saaluuu!
    DIOS

    By Anonymous Anonymous, at 4:43 PM  

  • This comment has been removed by a blog administrator.

    By Blogger Carlos, at 10:10 PM  

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